Era un hombre alto, delgado, de pelo corto y negro, siempre iba vestido de traje y corbata, su presencia impactaba, tenia elegancia y una sonrisa encantadora; su nombre era Cesar, el era un empresario exitoso, y estaba rodeado de amigos. Tiene tres hijas, la mayor se llama Edith , tiene 5 años y es la mas soñadora, la segunda se llama Katia, tiene 4 años y es muy mimosa, y la tercera se llama Ruth, que tiene 5 meses.
Una mañana, Cesar estaba en una junta cuando sintió una fuerte puntada en el estomago, fue tan fuerte el dolor que decidió dejar la junta mas importante del año para ir a la clínica.
Después de unas cuantas pruebas, el doctor, que además era su amigo desde la secundaria, salio con gran tristeza en el rostro y dijo:
-Cesar, tenes que ser fuerte, después de lo que te voy a decir tu vida va a cambiar por completo-
-Pero ¿Que es lo que tengo?¿Es grave?-
Se quedaron en silencio. Cesar, al no aguantar mas la intriga, con sus dos manos lo agarro de las solapas, con los ojos grandes y un grito desesperado dijo:
-¡QUE-ES-LO-QUE-TENGO!...¡Responde Tadeo!-
-Cáncer de estomago-Respondió con mucha seriedad, bajando la mirada y sacando las manos de Cesar.
El no lo podía creer, se recosto en la silla y fue la primera vez que Tadeo vio llorar a su amigo.
-¿Hay tratamiento?-Dijo secándose las lágrimas.
-No, lo lamento mucho pero no existe tratamiento, el cáncer esta avanzando rápidamente ¿No sentiste ningún síntoma?-
-Em...Me daban un par de puntadas pero nada grave-
-¿Hace cuanto?-Pregunto Tadeo.
-Hace un par de meses-Respondió.
Tadeo suspiro y dijo:-Entonces me acabas de confirmar que esta muy avanzado-
-¿Cuanto me queda de vida?-
-Cesar...-
-¿Cuanto me queda?-Dijo levantando la voz.
-Unos 6 meses cuando mucho-
-Gracias-Dijo levantándose y caminando, casi corriendo, pensando que al salir de allí todo hubiese sido una pesadilla, se subió a su auto, y sin darse cuenta ya estaba en su casa.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario