Al entrar y ver a su familia almorzando lo invadió una gran tristeza y sin decir una palabra se dirigió a su cuarto.
Ellas no lo esperaban, ya que el siempre llegaba a la hora de la merienda. Sus hijas nunca lo habían visto así, tan desesperanzado, y su esposa al verlo supo que algo estaba pasando asique subió a hablar con el, dejando a la bebe con Regina, la señora que hacia la limpieza 1 vez por semana.
-Cesar ¿Pasa algo?-Dijo Vera preocupada.
-No, no pasa nada Vera-Afirmo con un tono frió.
-Cesar, te conozco, viniste temprano del trabajo y nunca entraste así y sin saludar-Le dijo Vera, la esposa, sentándose a la cama para abrazarlo.
El, esquivando la situación, se levanto y dijo:
-Retirate, no necesito nada de nadie, lo único que quiero es estar solo-
Vera se retiro, bajo, se sentó, con las niñas en la mesa y, disimulando lo ocurrido, dijo:
-Su padre esta bien, no se preocupen, solo esta cansado-Vera lo dijo con su voz suave y calma.
Las niñas no dijeron nada, terminaron de comer y Edith y Katia se fueron a jugar, mientras que Vera se quedo con Ruth. Estaba sentada en uno de los sillones del living con la bebe en brazos, se habían quedado dormidas. De pronto, Edith despertó a su mama:
-¡Mama,mama!¡Ruth esta violeta!-
-¿Que?¿Que estas diciendo?-Pregunto despertándose, no entendía, ella estaba muy cansada, cuidar 3 niñas no es nada fácil.
-¡Que Ruth esta violeta!-Repitió preocupada.
Vera le grito a Cesar y subiéndose todos al auto se dirigieron a la clínica mas cercana.
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